Vendido

Te imagino con tus centellas
del Sol nacidas, vagando
por el filón de mis caminos.

Resplandeciendo tu recuerdo.
Mientras tus párpados envueltos
en capas doradas, muertos están

Tus orillas, quieren afligir mi existencia,
con el beso pagado con siclos
y arrojarme en tu Aceldama.

No me dejes en este fuego,
en el que tristemente lamento,
haberte venerado como a Venus.

Parecía Cesar, adoptandote
para que seas mi protectora
de ese mundo escondido.

Eras una ilusión para mi.
Y por esa razón, te convertí,
en Pantea de mi templo.

Las nubes lloran mi llanto
porque tú, me afanas
con tu voz, que me apasiona.








Comentarios

Entradas populares de este blog