Querida mía, Rumania…

De pequeño quise ser
aquel hombre, que su patria quería vencer.

Jamás pensé en ver aquel mundo desolado
en la manos del héroe, degollado.

¿Tú qué piensas dulce tierra
De la vida que te dan?

El día que lo venciste,
Aprendiste a amar tus raíces.

Aunque te olvide por instantes,
Nunca deje de amarles

A aquellos que decían
Que yo allí, perecía.






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