Aeterna
Dame un solo momento de eternidad
para percibir tu felicidad.
Solo te pido eso, querida infancia mía.
Recordar aquel anhelo de evadirme
en tu floresta, que el río atraviesa.
Y dormirme entre tus
praderas.
Que tu mirada menguante y dulce
caiga sobre mi cuerpo eterno,
mientas estoy inundado en tu perfume.
De repente me dejas inmerso
en mi dolor de saber que estas,
y te alzas en la noche carestía de estrellas.
Ahora solo tú, estas en el cielo bruno
mientras yo te contemplo atónito
sin saber si volverás a aparecer en mi sueño.
Comentarios
Publicar un comentario