En ausencia de María,
Mi alma bella me esquiva
Porque te quiere a ti, y tu estas perdida.

Te apareces en mis sueños
Como aquellos pálidos inviernos,
Para torturar mis pensamientos.

¿Serás  tú aquella Afrodita
que mis deseos marchita?
De mi espíritu atolondrado.

Contigo estoy inmerso
En la guerra del Peloponeso,
solo para conseguir un beso.

Tu belleza me aturde
Mientras tus senos me aluden,
Y el lucero me sacude.

Apareciose incesante
Tal guerrera caminate
Para amarme y saciarme.

Para morir tranquilo,
En el largo periplo
Del camino al paraíso.


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