Noche de pasión En una templada noche de abril nos volvimos a encontrar. Cuando vi sus hermosos ojos me quede alucinado aunque yo siempre la tuve en mi retina. Yo, la desnude con tan solo mirarla pues me gusta tanto que mi amor por ella rebasa la mismísima muerte. Nos desnudamos en la oscura habitación de mi piso. Juntos piel con piel, alma con alma, cuerpo con cuerpo, nos besamos. Le acaricie su bello cuerpo con mis bastas manos de hombre mientras la besaba y lentamente baje hacía su monte y lo saboree. Era Venus. Después lentamente me deslice hasta llegar a su boca y la besé, mientras poco a poco mi alma se adentraba en la suya. El momento de estar los dos abrazados significó todo para ella. El día, la noche, las horas, el mundo se detuvieron y ya no Pensamos, razonamos. Era como si no tuviéramos mente Pues era tal la excitación y el deseo que moríamos con cada Movimiento de pelvis y con cada embestida. Ella me quiere; yo la qu
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Mostrando entradas de marzo, 2016
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Separación Sé que llegará el día de partir algún día al abismo y tú no estarás. Y yo desearé rápido morir, púes ya no te veré nunca jamás. ¿Separación se llamará, o no? Quizás si porque ya no nos veremos. Tu por tu camino y yo muerto. Tú viviendo y yo llorando. Ya encontraré mi doncella viva, pues tu muerta has estado cada día. ¡Yo no te reconocía dama! Tú me has quebrado mi alma pura. Hasta hacerla pedazos, niña. Hoy, adiós te digo muerta dama.
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¿Dónde estás? ¿Dónde estás Luna, dónde estás Sol? ¿Dónde estás noche calurosa, noche veraniega? ¿Dónde estás tarde solitaria? Me has abandonado si es que has existido alguna vez. Viejo me siento más no pierdo la esperanza, ni el deseo de tenerte alguna vez, de tocarnos, de rozarnos aunque sea. De rozar tus manos suaves, sublimes, cariñosas. De deciros cuán siento por usted, no amor sino cariño y aprecio, pues usted es mi ángel de la guarda.
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Mi ángel de la guarda Tú eres mi ángel de la guarda terrenal pues me sacaste del abismo, de la amargura. Te veo a cada instante, recuerdo tus palabras envueltos de terciopelo, tu sonrisa quimérica. Recuerdo tu rostro color café, tus suaves manos y veo en ti a mi ángel de la guarda. Eres tú mujer, mi ángel, mi salvación mis ganas de seguir viviendo, sonreírle a esto llamado vida, más no te merezco pues jovenzuelo soy. Aún así yo te aprecio, te tengo cariño porque tú eres mi ángel mi ángel de la guarda. Te apreciaré en silencio, en un silencioso mundo, en mi mundo.
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Me acusan Me acusan estas gentes de hoy, de no ser patriota, de no sentir los colores de mi país, pues ¿Ellos lo sienten? Yo más nunca seré patriota y tampoco idiota, vanidoso, soberbio de un país alabar. ¿Acaso sólo existe un país para ser patriota? Mi patria es el mundo, el mundo es mi patria. Sin recelo, sin maldad les digo: -Jamás seré uno de vosotros pues yo patriota no me considero y si he de morir en esta tierra Hispania llamada sólo deseo que me entierren en este campo santo yeclano, en esta tierra yeclana.
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Fresca rosa La primavera ya asomó sus flores. Yo admiro sus frescas noches pues las asemejo a tus ojos. Fresca rosa eres mujer, fresca rosa es tu divino y esbelto cuerpo. Mi vida da vueltas como un tornado de colores, porque te encontré. No serás mi amada ni mi amante y tampoco mi dama por una noche. Lo sé o creo saberlo querida. Pero te querré siempre en soledad. Te querré de forma sublime. Como las estrellas a las noches, como el sol al amanecer. Como un creyente a un dios.
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Experimento soy Hoy más que nunca experimento soy experimento soy de tus poemas, de tus investigaciones de tu filosofía, de tus reflexiones. Un simple experimento soy púes se que me engañaras me engañas y engañas ahora, ahora en el presente. ¿Porqué llamarle amor? Pues experimento soy. Aún así te amo hoy, te amare mañana, nos amaremos. Y te engaño y te engañaré pero aún así te amaré.
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Restaurador Restaurador de amor soy y de sentimientos, de emociones. Restaurador soy de sexo, de lujuria… Te digo que te amo pero parece que hablo en levítico, púes no lo entiendes. Esta noche es luna llena, pero el manto de nubes la tapa. Y pienso que mi amor eminesciano, puro amor eminesciano. O nuestro amor mejor dicho. Vivir, sentir, amar a escondidas. Esa es mi vida o nuestras vidas. Yo amarte; tu satirizarme, reírte a carcajadas con tu amado y al día siguiente besar mis labios de hierro. De hierro porque ya no quieren sentir tus besos, tus sentimientos, púes me siento restaurador.
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Oda a la más hermosa Sois mujer hermosa y despierta mi alegría como el Sol por la mañana y los pajaritos en la primavera. Sois el amor, la excelencia el verano y la primavera. Fatigado de siento al tú no estar a mi lado. Muerto cuando te pienso te imagino y te escribo. Quisiera estar a tu lado ahora pues tú eres mi dicha. Sois mujer hermosa Con esos cabellos de castaña, ese rostro que inspira al cubismo. Sus ojos son amor clarividente, Sus labios, piel de caballo, por ser tan aterciopelados. Mis ojos se derriten en tu hermosura Y se deleitan con tu voz transparente e inmoral. ¡Oh sois mujer hermosa!
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Pedazo de mí Pedazos de mí ofrezco al mundo y a los que están a mí alrededor. Rompo pedazos y les ofrezco, pero ellos me dejarían morir. A su yugo estoy atado desde hace mucho tiempo pues no me doy cuenta yo que estoy perjudicado por ello. Ellos de mi persona se burlan pues les ofrezco obsequios y pago su amistad con dineros. Me tratan como tonto, se burlan. Sólo así puedo tener su amistad, a cambio de una mísera limosna. No aprecian mi incondicional lealtad. Y trátonme como una mona. ¿Y qué más puedo hacer para ganarme su amistad? Nada, sólo dejarles morir en el olvido a esta amistad. Ahora podré disfrutar con plena libertad de la verdadera amistad que es la muerte, el morir.
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Cínicos Vivo en una sociedad cínica. Mis paisanos se creen Miguel el Valiente. Todos ellos se creen tal Miguel. Son unos cínicos unos putos cínicos llenos de vanidad en su corazón, en su alma. Yo soy hispano, más no me considero rumano, nunca más lo haré. Usan la sátira a toda hora sin importarle lo que el prójimo piense e opine. Son unos cínicos, unos putos cínicos estos dacios de nuestros días. Nunca cambiarán sino que crearan su propia escuela de ignorancia. Tienden a actuar con anaidea por doquier se encuentren. La obscenidad está presente en sus vidas.
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Perroflauta No siempre, pero si muchas veces me siento un perroflauta. Quiero ser un perroflauta, sí quiero serlo. Ser un perroflauta. Vivir al margen del mundo, al margen de la sociedad. Quiero ser un perroflauta, sí quiero serlo con esta sociedad. Quiero despojarme de estas leyes que tengo que seguir quiero vivir mi propia anarquía, sí has oído bien; mi propia anarquía vivir. Quisiera serlo. Quisiera atiborrarme de marihuana, yo quisiera. Y así contribuir a mi suicidio voluntario, lento pero voluntario. Ser un antisistema, anticapitalista, anticomunista, sólo creer en la anarquía, en mi propia anarquía. Despojarme de esta ropa que lleva el nombre de envidia, vanidad, soberbia. Despojarme de los rumanos, de mi pueblo, de mi puto pueblo. Despojarme por un momento de ellos, de estos imbéciles y vivir libre, sólo. En mi soledad mi propia soledad, lejos de estos imbéciles. Sólo en mi piso, sólo con muchos libros y atibórrame de cultura, de
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Tú la dama, yo el vagabundo. Tú amada eres la dama por excelencia. Eres una aristócrata, una intelectual, una mujer sabia con mucho ego. Eres una dama de sangre azul. Mi dama. Vistes de etiqueta, eres coqueta eres una dama y mi amada. Pero mucho me temo que tú sólo estas en mi imaginación. Son quiméricos presagios que tú seas mi amada. Yo soy un mísero hombre proletario e inculto. Un perroflauta, hipócrita. ¿Y tú? Una intelectual, una dama perfecta, la mujer perfecta. ¿Y yo? Un vagabundo vagando por este mundo intentando encontrarme pues tu ya lo estás. Tú la dama, yo el vagabundo. Tu mi amada quimérica y yo tu vagabundo real.
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Amar en demasía. Amo en demasía, eso lo sé. Más no puedo no hacerlo. Amo la vida, la naturaleza amo la mujer y no puedo dejar de hacerlo. No podría. Lo sabía y lo sé más no me quise dar cuenta, no quisiera darme cuenta nunca jamás. No me quiero dar cuenta, no. Mi anhelo de vivir en imaginaciones me alivia, me hace más fuerte, me ayuda…me ayuda. Gracias a las diosas inspiradoras mi día a día es menos violenta, menos suicida, menos homicida; sí, oís bien prole y burgueses homicida. Estaré loco, estoy loco por ti fémina, poesía. ¡Qué más da si te amé, si te amo, te sigo amando te amaré pues mi dicha nunca encontré. Nunca la encontraré aún si te amo, no la encontraré. Te agradezco a ti mujer por obligarme a saber lo que es la desdicha . Te lo agradezco mujer, te lo agradezco. Tuve amantes. ¿Las amé? Sólo Dios lo sabe. Vínculos. ¿Qué vínculos nos unía? Ninguno. Ninguno, aparte del puro sexo. El sexo por el sexo. ¿Las amé? Solo Dios lo sabe.
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Olor de cigarro Esta noche me encendí un cigarro. Era de la marca Nobel. Al entrar en mi boca, me imaginé a una mujer. Imaginé que le hacía el amor con dulzura, y los dos estábamos fumando. Pues el olor, ese olor magnífico y suicida me hipnotiza. Con él yo la amo esta noche, la poseo con mi falo, la beso con mis labios, le acaricio el su cuerpo, su cuerpo de mujer. Su piel es suave y lo beso apasionadamente. Gracias al puto cigarro y su magnífico olor yo, la amo esta noche, le hago el amor. Gracias, puto olor de cigarro.
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Mujer de cuerpo mitológico, mirada de demonio y alma de ángel. Hoy, mañana y siempre quisiera sentirme sólo, pues sólo así yo podría felizmente vivir. Pienso en lo que mi corazón ama. Sí, ama a la mujer. Su cuerpo me embelesa, me excita, lo amo. Mi alma al mirarlo se queda extasiada, Queriéndolo amar por siempre, por siempre… Pues él es divino, es la perfección echa carne. Lo amo, aún cuando está ya en la tumba. El cuerpo de mujer espanta a la mismísima muerte. Pues su bella figura embelesa y destella a quién lo mira. ¿Por qué tenemos que morir y dejar de verlo? Pues no hay nada más bello que un cuerpo de joven mujer. La muerte nos lleva temprano, sin apenas ver el alba. Pero ella trae la verdad, porque no nosotros nos adueñamos de él, sino el de nosotros. Muerte porque existe… Amar hombres hasta sacar vuestro último soplo, Pues la muerte no pregunta, más nosotros hallaremos la respuesta. Místico parece tu cuerpo mujer, cuerpo de mujer.
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Divinización. Desde tiempos remotos existió, tal órgano que hoy algunos divinizamos. Pues los hombres suspiramos por ellas, las amamos más que al Altísimo. Mujer eres, mujer serás pues tu siempre me amarás. No sabía cómo describirlo pero a los hombres nos fascina. Algunos la Divinizamos. Hasta dicen que hay un culto para ella. Desde el principio de los tiempos el sexo se considerado un vicio, más hoy no lo ven como tal, porque la están venerando, divinizando. Es algo mágico. Parece que estemos al borde del abismo o practicamos funambulismo y nos amarramos con los labios, con la lengua a ella para no caernos y perderla, seguir disfrutando.
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Prohibamos prohibir. Prohibamos prohibir que nos prohíban decir a veces, puta, mujer puta, puta mujer, mujeriego hombre, hombre mujeriego. ¡Permítanos a veces sociedad, de saltarnos las leyes de la dialéctica, retórica y decir maricón, homosexual, lesbiana, bollera, imbécil, capullo! Dejémonos de tabúes y vivamos aunque sea por un momento des proporcionadamente, vulgarmente, de forma soez. ¡Permítanos socied ad de vivir así por un instante!
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Te Te pienso a cada instante, te siento cerca, te imagino siempre. Te veo siempre, Te empiezo a amar, te empiezo a querer. Te necesito para siempre, te necesito musa mía, te quiero a mi lado. Te imagino con los brazos como Cristo en la cruz. Recién levantada, en la habitación, desnuda, llevas solo la parte baja del bikini. Tus nalgas me enamoran. Tu espalda y tus piernas me matan.
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Comencé a vivir. Comencé a vivir hace pocos años, eso bien lo sabe el Señor. Pues yo no tuve infancia, no jugaba con los demás, no disfrutaba de tan bella etapa de la vida. Estaba muerto, no había nacido aún, nada me ayudaba. Nada. Pero de repente apareció en mi vida, un lucero con luz propia y resucitó mi cuerpo ya putrefacto y mi alma desolada. Aprecio tal lucero, la más brillante De todas las estrellas. Cariño guardo a ese lucero tan bello.
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Ave Fénix Un día me contaron que hay que nacer. Hay que nacer para vivir y morir. Pues yo vivo cada día como si del último se tratase. ¿Por qué? No lo sé… Dios Padre todopoderoso, confío en ti, pues tu traes el pan a este mundo. Más yo te agradezco tu bondad si es que eres de este mundo. Bríndome El con la vida terrenal Para su historia conocer. Dichosas las almas que te ven, te sienten te hablan pues eres único hombre omnipotente de almas acogedor y salvador. Como el Ave la esperanza tenemos de resurgir y aquellos que nos lloran cuando no estemos llevaran a la vida eterna con sus lágrimas a los de su alrededor.
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Amar a un Dacio Vivo aquí, aquí vivo en la llamada zona Hispania. Ya son catorce años desde que yo aquí me afinqué. Bien lo sabe Dios. Soy como cualquiera, un mortal hombre de inmortal alma. Amarme a las muchachas les da miedo, pues un dacio soy. No soy zíngaro ni rom. Soy un dacio, de familia noble educado, romántico, gentil hombre. Padre, a ti te levanto mis oraciones. Creador de nada, pero que lo es todo. Creo en los filósofos, en su forma de ver la vida. Mi vida se rige a partir de ellos. El arte me da el sustento de vivir aquí, y de verte, imaginarte amada mía. Pues sé que amar a un dacio es una Complicada tarea.
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Amante Esta noche te quería amar más no pude porque vino tu amado. Me pregunto: ¿Por qué cuando lo intento no me pertenezco? Siempre mi alma, ama más ellas a mi me lo dicen pero es como el viento, pasajero. ¿Son infieles? ¿ Son putas? ¿No tienes sentimientos? Me pregunto mientras les recuerdo y veo por la avenida parejas pasar. Más yo sé que seré el damnificado pues ellas aman a sus amados. ¿Soy amante bandido? O ¿Soy un gilipollas amante? Preguntas sin respuesta, quizás algún día las encontraré; la encontraré.
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Zíngara. En un poblado zíngaro se encontraba mi gitana. Su pelo lo adornaba unas perlas de mercado. Su falda hasta el tobillo le llegaba a mi gitana. Ella a mí, me embelesaba con su tez color café. Muchas veces peyorativamente me habla y la deseo más. Su ocre olor me atrae. De repente la belleza se dibuja en una zíngara de pueblo. Bella ella, bella toda Por eso los hombres la adora.
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El hombre. Sólo con amor el hombre puede vivir. Gracias a él, el hombre puede llegar A realizar infinitas cosas, que hasta entonces eran impensables. La soledad es un simple concepto para esos que viven su vida sin preocupaciones, sin complejos, felices. Gracias a eso y al amor por esta vida, tan cruel a veces… Si no amas no vives. Púes si no amas… ¿Para que quiere uno vivir?
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A Sandra, ¿Te podría comparar a un día de verano? ¿Te podría comparar a un día de verano? Tu, hermosa, que tienes los cabellos como crines de un caballo. Miro tus cristalinos ojos, y me veo como en un espejo. Ellos son la noche serena. Tu mirada transmite ternura, pero a la vez tristeza. Tan efímera eres muchacha que el viento te lleva. Tus lágrimas nunca borran tu bella alma, aún cuando no lloras. Sufriste, más ahora eres feliz como un día soleado. Prima mía, lejos estás más yo te siento cerca. Dicen que poeta soy más yo no me considero sino un humilde hombre que escribe. Las olas describen perfectamente tu cabello ondulado. ¡Que hermosa eres! Prima mía, aquí estoy verso tras verso acordándome de ti.
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Es viernes. A Bukowki Es viernes por la noche, y todavía tu llamada espero. Espero verte por última vez, me digo mientras en la muerte pienso. Las jóvenes están vestidas con apretados pantalones. Se les marcan las nalgas. ¿Y qué? Yo sólo a ti te espero. Botella en mano, se sacian de aquello. La embriaguez es cada vez más fuerte; ellas siguen saciándose y sonriendo. Mientras yo a ti te espero. Sus novios aún las adora. Cuán mayor es la embriaguez, mayores son sus carcajadas. No llamas y pierdo la esperanza. Sólo me queda deleitarme con estas pobres jóvenes que dicen serán el futuro. Tu no llamas yo me muero.
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Niña. Niña mía, de pelo moreno, niña mía, tu eres de la que me enamoré. Eres como la noche y el día. Vienes. Te vas. Eres tal estrella fugaz. Aunque busque soledad, tu siempre estás. Puedo decir lo hermosa que eres. Te puedo mandar un beso. Nos vemos y me sonríes pero nunca te podré decir cuanto te quiero.
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Lujuria de vivir. Hoy vivimos en una lujuria exacerbada. El deseo de tener, de poseer nos hace imbéciles, hipócritas. ¿Cambiaremos algún día? El amor no se llama amor sino sexo. Ya no quedan románticos, sólo don juanes. Preguntaros ¿Está es la sociedad que queremos tener? Yo seguro que no seré más por un día.
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Recuerdo. Por los campos yeclanos estoy andando, miro a lo lejos y veo su tránsito. No estoy acostumbrado a ver tal tierra árida. Pero no me disgusta. Allí en una esquina contemplo un macho bovino. Estamos separados por una valla de pino. Recuerdo su mirada, su grata sonrisa, su cabello ondulado. Se acerca al animal y lo acaricia yo miro atónito. Es ella, una mujer de costumbres y pasiones. Después de haber contemplado la naturaleza doy la vuelta y vuelvo a mis aposentos del medievo.