¡Dedicado a mi madre!

¡Oh cariñosa y amada madre!

¡Oh cariñosa y amada madre
Despertose en las noches,
De aquel mundo sombrío.

El ataúd  que el Ángel  me preparó
Tú supiste esconderlo en las sombras,
Bajo aquellas estrellas fugaces.

Con su vehemencia, ella por el exclamó
¡Vida, no lo dejes en la muerte!
¡Y déjame el camino para encontrarte!

Sus luceros iluminan los océanos
azules desde las bóvedas.
¡Oh! madre cariñosa y amada madre.

El llego a este mundo lóbrego
Como aquella soledad iluminadora,
Que con amor se la ganó ahora.

¡Tú Calin, eres aquel hombre
Que necesito para que ilumine,
Su amor que me cegó.

¡Oh madre, cariñosa y amada madre!
Eres el lucero, que ilumina
mi camino de aquella espiga cortante.




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