Estaba sentado en aquel
lugar,
Queriendo sentir la
conjetura
De aquel ósculo amargo
tuyo.
En Lesbos donde la vida
es sueño,
Y sus besos no se dejan
marchitar.
Cada vez, me siento lejos
del pantano
Cuando Leo creo a Lisa,
Tú, eras una efímera
brisa.
En aquella arenisca
movediza.
¿Por qué me dejas en tu
olvido?
¿Y no me llevas contigo?
En tu mundo terciopelado…
El desasosiego habita mi
alma,
Susurrando no caer en tu
labio
Carmesí apasionado
Cuando ella alza sus
manos
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