Tan frágil eres niña.

Alma que vaga sobre mis pensamientos sombríos.
Que con tus cabellos, desatas mi rebeldía.
¿Como llegaste a mi vida? me pregunto, mientras
te veo pasar por mi tenue mirada.

La luna mi ventanal visita. Ahí estás tu querida amiga.
Contemplándote estaré por siempre, mi alma benevolente.
El cariño que te tengo, ni la tierra que sobre mí echarán,
me lo podrá arrebatar.

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