Zíngara.

En un poblado zíngaro
se encontraba mi gitana.
Su pelo lo adornaba
unas perlas de mercado.
Su falda hasta el tobillo
le llegaba a mi gitana.
Ella a mí, me embelesaba
con su tez color café.
Muchas veces peyorativamente
me habla y  la deseo más.
Su ocre olor me atrae.
De repente la belleza
se dibuja en una
zíngara de pueblo.
Bella ella, bella toda
Por eso los hombres
la adora.


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