¿Dónde estás?

¿Dónde estás Luna, dónde estás Sol?
¿Dónde estás noche calurosa, noche veraniega?
¿Dónde estás tarde solitaria?

Me has abandonado si es que has existido alguna vez.
Viejo me siento más no pierdo la esperanza, ni el deseo
de tenerte alguna vez, de tocarnos, de rozarnos aunque sea.

De rozar tus manos suaves, sublimes, cariñosas.
De deciros cuán siento por usted, no amor
sino cariño y aprecio, pues usted es mi ángel de la guarda.




Comentarios

Entradas populares de este blog