Moribundo.
Corre el año dos mil cincuenta,
ya no hay mortales, sólo inmortales.
La vida se ha convertido en la eternidad,
y nadie se acuerda de la muerte.
Nadie, excepto yo.
Yo soy el único mortal que queda en la tierra.
Moribundo estoy. Aquí postrado en la cama,
preguntando ¿Dónde estás?
¿Qué necesito para ser feliz?
Quizás la muerte, sólo ella predice el futuro.

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